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Visiblemente dañadas por esta trágica muerte de Julián Figueroa, Maribel Guardia, su madre e Imelda Garza, su esposa, dieron la cara a la prensa y se tomaron su tiempo para responder a la prensa las dudas que tenían.
No pudieron contener el llanto al recordar cómo lo encontraron sin vida, lo que representaba en sus vidas y el dolor por el que están pasando:
"Dios es grande y ayer tuvimos una misa hermosa. Tuvimos una misa hermosa para despedirlo y soltarlo. Yo no he entrado a las redes y se que muchos programas le hicieron homenajes... y se los agradezco.
Dios me lo dio y Dios me lo quitó, tenía mucho por recorrer... pero me dejó a esta niña tan linda, mi nuera que la adoro y un nieto... que tenemos que sacarlo adelante". dijo entre lágrimas la cantante y actriz.